Ya os conté en el post de la lactancia que en principio mi idea era no darle chupete para que no interfiriera en el proceso, pero tras dos noches sin dormir se lo dimos, y fue nuestra salvación.
Al principio apenas lo usaba. Se lo dábamos cuando lloraba mucho, e incluso se le caía cuando dormía. Pero poco a poco pasó a tener una dependencia un poco mayor del aparatito. Vamos, que últimamente no lo soltaba, vaya. Si bien no es un tema que me preocupara especialmente, sí tenía ganas de que no lo usara más, porque no se lo quitaba ni para hablarme, y eso la verdad es que me ponía muy nerviosa.
Además, nunca he llegado a entender por qué en la guardería no lo usaba para nada desde el año (ni tenía, de hecho), pero en casa no se desprendía de él. Era salir de la guardería y pedirlo.
El caso es que el martes de la semana pasada nos fuimos a dar un paseo y su preciada posesión se perdió... Lo busqué como una loca y no hubo manera, así que se lo dije tal cual. Lo hemos perdido, Pitufo. Y cuando yo pensaba que iba a montar la de San Quintín, me contesta con toda la naturalidad del mundo Vaya faena, ahora tendré que dormir sin chupete como un mayor. ¡Sorpresa!
Como no podía ser todo tan bonito, claro, el chupete de repente apareció. Y antes de que me diera a mí tiempo a despistarlo me dijo Mira, mami, el chupete se ha caído ahí. Así que intenté negociar con él (es un negociador nato, siempre lo regatea todo). Habíamos visto unos muñecos de plástico en la panadería, y le dije que si dormía 7 noches sin chupete le compraba uno. Accedió. Pero reculó en cuanto llegamos a casa, y me dijo No quiero que me compres ningún muñeco, dame el chupete. Segundo fracaso. Lo dejé correr, ahora que viene la hermanita tampoco me parecía el momento para forzarle...
Pero el destino quiso que lo volviera a intentar. El jueves me lo pidió al salir de la guardería. Y cuando se lo fui a dar me di cuenta de que estaba roto. Muy roto. El uso que le daba últimamente al chupete era el de chicle, así que os podéis imaginar que muela derecha, muela izquierda, el estado era deplorable. Y me dio uno de los pocos miedos maternales que he tenido. ¿Y si por la noche se le desprende un trozo y se atraganta?. Así que le dije que el chupete estaba muy roto y que había que tirarlo. Me preguntó que por qué. Le expliqué que se podía atragantar, y me dijo bueno, vale, está bien, tíralo.
Y de la necesidad hizo virtud. ¡Ah! Cuando lleve siete noches sin chupete, me compras la Peppa Pig. Y le dije que sí. Y con su tía hizo una cartulina con los números del uno al siete para poner gomets azules las noches sin chupete. Y en toda la semana lo ha pedido una única vez. Y el miércoles compramos el premio. Y esta mañana, cuando ha puesto su último gomet, ha tenido su "jirafita bonita" (que sí, que no es Peppa Pig, pero juro que lo eligió él).
Está tan orgulloso que el lunes lo primero que dijo al entrar en la guardería fue: Ana, tengo que decirte una cosa muy "impoltante" que te va a gustar mucho: ya duermo sin chupete. ¡Si es que es más mono!
¡Tengo una idea! Me dijo antes de la primera noche sin chupete. Podemos ir a una tienda, y comprar otro... Conseguí convencerle, pero para que veáis que no es fácil dársela con queso...
¡Nos leemos!
El de Pequete " se lo chuparin las cucarachas" y en ese mismo instante se acabó el chupete.
ResponderEliminarMe alegro q sea un chico mayor.
Besos.
¡Un campeón! La verdad es que no me esperaba que fuera tan fácil, no voy a mentir.
EliminarEsa vena negociadora me recuerda a la de su tío. Santa paciencia hay que tener (espero que no me lea, ajajajjaja)
ResponderEliminarTe he leído, sí... xD
EliminarTooodo lo negocia. "Venga, el último capítulo". "No mami, uno más". "Un minuto y nos vamos". "Dos minutos mejor, mamá". Y así hasta el infinito.
EliminarEn realidad podría decir que es un regateador, más que un negociador...
Jajaja, qué mono!!! lo de quitar el chupete tiene que ser tarea complicada...
ResponderEliminar¡Eso pensaba yo! Pero fue sencillísimo... Alucinada me tiene.
EliminarYa ni se acuerda de él...
jajajajaja me troncho con su ideal final, qué rico...
ResponderEliminarEl resto de la conversación fue:
Eliminar- No podemos, para niños de dos años ya no venden chupetes.
- ¿Por qué?
- Porque son mayores
- Entonces yo quiero ser un pequeñajo, cómprame uno y no dices que tengo dos años
- Bueno, como quieras. Pero los pequeñajos no pueden ver los dibujitos....
- Bueeeenooooo, vaaaaaaleeeee, estáaaaaaa bieeeeeeeen, no me lo compreeeeeeeees
ahaha, que listos son los niños! Yo los míos desde los pocos días tenían y tienen chupetes! Si es tan buenooo!
ResponderEliminarChloé de un año todavía lo tiene, pero bueno le da un poco igual la verdad...
Y diego, pues lo llevaba pero no lo pedía tampoco...
Para quitarselo, a los 2 años, hice lo siguiente:
Atentas madres novatas, que puede ser buen plan.
Le corte a escondidas un trozo de chupete, y le dije que se lo había comido la tortuga (hay una en un bar al lado nuestro).
Bueno flipo en colores pobre! Le dije "pues si se la come la tortuga, hay que tirarlo a la basura! Y la tiramos... Pero como sé que iba a ir a buscarla en la basura, pues le volví a cortar otro trozo! Volvió y vió que faltaba otro trozo! y alucino aún más. Yo no sé si era miedo, o que era... pero desde entonces no ha vuelto a coger el chupete!
Y esa es mi historia.
Un beso.
¡Mi madre hizo lo mismo con mi hermana! No se lo comió la tortuga, pero sí lo fue cortando hasta que no quedaba chupete.
EliminarQué mono. Va a buscarlo a la basura y lo vuelve a dejar allí... ¡si es que son listos como el hambre!
Mi pequeña minimoco aún no habla, bueno, si habla, pero yo no la entiendo, poberina... y tampoco lleva chupete... se lo di un par de veces, pero debió pensar "que teta más rara... de aquí no sale ná", así que nunca lo usó... pero si usa otras cosas que habrá que ir quitandole poco a poco, así que la idea de negociarlo con ella me la apunto. No se porqué la sigo viendo como una bebé y ya va a hacer 2 años!!! pero a veces, casi siempre poberina mía, la trato como a un bebe... y cuando leo post como el tuyo, me abre los ojos y me hace ver que ya no es un bebe... así que me apunto lo de negociar!!!
ResponderEliminarLa negociación fue la clave en mi caso, ya ves...
EliminarEl Pitufo al principio casi no lo usaba, pero ahora era totalmente dependiente. Y después de tantos días te digo que ¡sigue sin haberlo pedido ni una sola vez!
Alucinada me tiene el tema. Es más, con el chupete siempre pedía el mismo muñeco, que usa para dormir. Y desde que no usa el chupete el muñeco durante el día tampoco lo pide. Sólo a la hora de meterse en la cama (con el consecuente alivio por mi parte, que tenía yo una paranoia con no perder el muñeco que no veas).
Se hace mayor!! Jajaja, muy bien por él!!
ResponderEliminar¡Ay! Sí que se hace mayor, sí. ¡Casi tres años ya!
EliminarSnif, snif...