¡Buenos días!
Hoy es un día especial. Pero no por lo que vosotros estáis pensando, no. Ese acontecimiento que tenéis en mente, celebrado en el Mundo entero ha eclipsado otro que, en mi opinión, es mucho más importante. El cumpleaños de mi madre.
Ella tuvo la mala suerte de nacer en un día tan celebrado por todos que hay años que no tiene ni tarta. Lo que, por supuesto, es culpa nuestra. Y este año, que cumple una cifra muy redonda, no va a pasar desapercibido. No señor.
Mi madre es especial. Es única. Es... no sé. Mi madre.
Mi madre siempre dice que no le gusta cocinar. Que lo hace por necesidad. Pero cocina como un gran chef, y siempre intenta sorprendernos con platos diferentes en ocasiones especiales. O no tan especiales. El otro día, un sábado normal y corriente, sin nada que celebrar y sólo porque le apetecía hacer algo distinto, nos hizo un pastel de salmón y atún al queso azul que estaba de muerte. Ya os contaré el menú que nos pone hoy. No quiero pensar cómo habría sido mi vida gastronómicamente hablando si le hubiera gustado cocinar.
Mi madre renunció muchos años a su carrera profesional porque la ocupación de mi padre le obligaba a cambiar de residencia continuamente. Así, hasta que yo tuve 12 o 13 años ella se dedicó por completo a nuestro cuidado. ¡Ojo! Que no era un trabajo fácil. Ya os conté que somos cinco hermanos, y los tres primeros nos llevamos sólo algo más de dos años y medio. Ahora desea como agua de mayo que llegue el momento de la jubilación, pero en realidad quienes la conocemos sabemos que disfruta de su trabajo (es profesora de Lengua y Literatura) y que, cuando se jubile, lo echará de menos.
Mi madre siempre ha sido muy divertida. E ingeniosa. Y le encanta contar camelos a los niños. Como cuando le dijo a mi primo que tenía que comer mucho pollo para que le salieran plumas y su madre no tuviera que ponerle abrigo en invierno (su propia versión del "de lo que se come se cría", supongo) o mil y una historietas que nos contaba a nosotros de niños.
Mi madre es una gran anfitriona. Le encanta recibir gente en casa (aunque protesta por hacerlo tanto, en realidad le encanta) y agasajar a sus invitados. Además, le gusta hacer especial cada momento. Y para muestra, lo que os conté ya de su forma de dar los regalos. En estas fechas, en dos de las celebraciones nos reunimos unos 25 en su casa, pudiendo hacerlo también en alguna más. Cada año. Y cada año se queja, pero en realidad yo sé que lo hace con la boca pequeña. Que aunque le supone mucho trabajo, le encanta tenernos a todos reunidos. Es como una gran matriarca. Y si no, de qué iba a ofrecer su casa para tomar el café una vez al mes a esos mismos 25, cuando nos reunimos en la comida familiar. Si no le gustara, no lo haría.
Mi madre es una gran lectora. Y nos ha contagiado a cada uno de sus cinco hijos el amor por la lectura. Cada uno en su estilo, todos leemos muchísimo. Ahora ella creo que lee menos, pero porque de un tiempo a esta parte todos los libros le parecen iguales. No deja de tener razón, es difícil encontrar hoy en día libros que se salgan de una temática en concreto y que estén narrados de manera especial. Pero verla siempre con un libro entre las manos fue un gran ejemplo para nosotros.
Mi madre es una gran madre. Aunque nunca le gustaron mucho los besos y los abrazos (bueno, de este tema habría que hablar ahora, que con el nieto sí que le gustan, a la jodía), siempre ha estado ahí cuando hemos tenido algún problema. Cuando a los tres años de carrera me di cuenta de que me había equivocado de camino, fue ella la que me animó a cambiar. La que me dio el empujoncito que me hacía falta para dar el paso. Yo no quería hacerlo, porque pensaba que era tirar tres años a la basura, pero ella insistió en que no debía empecinarme en acabar algo que a lo mejor me costaba otros 6 porque no me estaba gustando. Como siempre, tenía razón.
Os podría decir tantas cosas de mi madre, que ni me salen las palabras. Así que lo dejo aquí. Sólo os digo una cosa más. Mi madre es la mejor madre del mundo. Y no es porque lo diga yo. Os aseguro que ganaría un concurso de madres. Ójala, algún día, yo pueda ser como ella.
FELIZ CUMPLEAÑOS. TE QUIERO, MAMÁ.
Precioso guapa!
ResponderEliminarQué mejor regalo para tu madre que leerle este post!
Un abrazo y feliz navidad
¡Gracias, hermosa! Creo que acabará leyéndolo, así que yo no le he dicho nada... espero a que lo encuentre y se sorprenda.
EliminarQué pasada de post! Somos afortunadas por nuestras madres,sin duda. Dale un abrazo gordo de mi parte!
ResponderEliminarMil gracias, cuñá. De tu parte se lo di. Estaba radiante, pasó un gran día.
EliminarOle tu madre! Menuda suerte tiene por tener una hija q sabe apreciar toda su grandeza, feliz cumpleaños y feliz navidad!
ResponderEliminarGracias, ¡y bienvenida!
Eliminar¡¡Feliz año!!
Ole tu madre! Menuda suerte tiene por tener una hija q sabe apreciar toda su grandeza, feliz cumpleaños y feliz navidad!
ResponderEliminarQue bonito María, muchísimas felicidades a tu madre!
ResponderEliminar¡¡Muchas gracias, preciosa!! Casi nunca les decimos lo que pensamos de ellas, pero ahí está el sentimiento, ¿verdad?
EliminarEs de los mejores post que he leído, me ha encantado, espero que mi niña algún día me dedique algo así :) felicidades a esa gran mami y a su hija también por ser como es :) pasad unas Navidades preciosas
ResponderEliminarBesos
¡Mil gracias, hermosa! Seguro que te dedica algo así, o mucho mejor.
EliminarIgualmente, pasad estos días fenomenal. ¡Las primeras navidades de los pitufos, aunque no se enteran de mucho son especiales, ¿verdad?!
Ya llego, felicidades también por aquí. Estas fechas tan especiales y con cumpleaños. Ella sí que sabe celebrar las cosas a lo grande, con todo el familión a su alrededor :)
ResponderEliminarMil gracias otra vez. Ya ves, eligió el momento de nacer pensando en el futuro, siempre previsora... ;)
EliminarFue un gran día. Y como la cifra era especial, yo creo que por una vez fue ella más protagonista que el día. Ya era hora :D
ResponderEliminarPor cierto, si haces post del menú, que sepas que tengo fotos, jiji ;)
¡Pues que rulen esas fotos! Es posible que lo haga, y no tardando mucho...
EliminarYa era hora, sí. Creo que este año lo conseguimos.
¡Hola guapisima! ¿qué tal? me reincorporo al 2.0 después de estos días off, y aunque sea con retraso, feliz cummpleaños a tu madre! Me ha encantado el post, es un homenaje precioso. Y además así te podemos conocer un poco más a ti también. Ya le tenía admiración después de lo que me contaste de los regalos, pero este post deja claro que es una mujer ciertamente especial. Un besazo enorme!
ResponderEliminarGracias, hermosa. Que sepas que ha leído el post, y los comentarios, y está contentísima de tener tantas fans.
EliminarUn besote, ¡y feliz año!
qué post tan bonito, maría. espero que lo pasarais muy bien, sobre todo tu madre.
ResponderEliminar¡Lo pasamos genial! Y como dice mi hermano, creo que por una vez ella fue más importante que el día. Gracias por pasarte por aquí.
EliminarQue binito Maria. Seguro q cuando tu hijo sea bloguero escribira cosas tan bonitas sobre su madre.
ResponderEliminarBesos para ti y para la cumpleañera.
Eso espero, que si se hace bloguero me dedique algo bonito. Eso significará que, como ella, he hecho las cosas bien.
EliminarLos tuyos también te dedicarán hermosas palabras, estoy segura. Eres una súper madre.
Esas grandes madres, que formas y educan grandes hijas.
ResponderEliminarUn post muy bonito, espero que hayáis disfrutado del día como se merece.
Felices fiestas, feliz 2013, y unos mágicos Reyes, que no nos quiten el soñar!
Un besin
¡Gracias, princesa! Recojo tus deseos y te los mando de vuelta. Que tengas un año muy especial.
Eliminarella será la mejor madre pero tu eres una gran hija.
ResponderEliminarFelicidades a las dos
¡Gracias, maja! Espero que la vuelta fuera genial.
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