¡Buenos días!
A raíz de la semana de la lactancia de la madre novata, me he decidido a contar mi experiencia. Ya no llego a que me enlace en su último post, pero si queréis leer un montón de testimonios interesantes sobre el tema, no dejéis de pasaros por él, ha enlazado la experiencia de muchas madres blogueras.
Veréis, hasta que no me quedé embarazada nunca me había planteado si daría teta o biberón. Para mí lo normal, lo que había visto y vivido en mi entorno cercano, era dar un mes de teta y después pasar al biberón. No me había planteado una lactancia prolongada.
Pero me quedé embarazada, y en la era de la información (y para alguien como yo, a quien le gusta saberlo todo sobre lo que está viviendo en ese momento) no podía pasar otra cosa más que encontrar mil y una páginas en internet. Todas las opiniones de los expertos eran rotundas. Lo mejor para el bebé es lactancia materna a demanda y en exclusiva durante seis meses, como complemento de la alimentación hasta los dos años, y después continuar hasta que el hijo y la madre quieran.
Así que yo, como todas las madres, decidí hacer lo mejor para mi hijo. Me informé acerca de cuáles son los errores más frecuentes en la lactancia (no dar realmente a demanda, pensar que tu leche no es buena porque el niño no engorda como los que toman biberón, una mala postura del niño al mamar...) y de cómo intentar que no te pasen. Me informé, ya en la visita a la matrona de los 15 días después del parto (y mucho antes de nacer el niño por internet), de cómo almacenar la leche materna, y de cuál era la mejor manera de preparar al niño para cuando fuera a la guardería y tuviera que tomar biberón (que, por supuesto, le iba a dar con mi leche).
Tuve suerte. La verdad es que tuve mucha suerte. No flaqueé cuando el niño lloraba como un energúmeno las dos primeras noches (digan lo que digan, para mí que el calostro no les alimenta suficiente). No le di el biberón que me dieron en el nido cuando llamé toda preocupada porque no me parecía normal que llorara tanto. Y se cogió bien al pecho. Le tuve que corregir la postura un par de veces y mi niño, que es más listo que el hambre, se quedó con la copla. Así, y pese a que incumplí una norma básica que me había prometido no incumplir (le di chupete el tercer día, no aguantaba más los lloros y fue mano de santo. Total, de la teta tampoco sacaba nada entonces, no notó la diferencia), la lactancia quedó perfectamente instaurada antes de abandonar el hospital. La suerte continuó después, cuando le tuve que dar biberón porque me reincorporaba, lo cogió bien, y nunca dejó de gustarle la teta porque el biberón era más fácil. El único problema con el biberón fue al introducir los cereales, que nunca los quiso en biberón (y con cuchara con reparos) y que tenía que ser de mi leche. La de fórmula como que no.
¿Que si fue un camino de rosas? Claro que no. Mi hijo es un tragón. Y al principio lo tenía unos 40 minutos en cada pecho. Y le tenía que dar de comer cada dos horas más o menos. Haced la cuenta. Sí. De cada 120 minutos lo tenía 80 al pecho. Lo que me dejaba libres... 40 minutos. Las 24 horas del día, sí. Día y noche. Así de crudo. Hasta que no tuvo unos dos meses (más o menos) no espaciamos las tomas y, aunque es verdad que él ya había cogido práctica y no estaba mucho más de 10-15 minutos en cada pecho, para entonces yo seguía totalmente zombi.
Espaciamos las tomas, pero eso no me dio mucha "libertad", la verdad. Siempre tenía que estar yo para darle de comer. Y antes de empezar con la alimentación complementaria no pasaban 4 horas sin tener que darle, lo que no me permitía más de 3 horas y media separada de él. No aguanté los seis meses de lactancia exclusiva, introduje los cereales a los cuatro. Principalmente porque yo tenía que volver a trabajar, así que para las 6 horas de guardería dejaba un biberón pequeño sólo de leche y un engrudo casi sólido de cereales hechos con mi leche, era la única manera en la que los tomaba. Al principio me tenía toda la tarde pidiendo teta el pobre. A los seis meses introdujimos la verdura, y pude sustituir el engrudo (que se lo tomaba, pero malamente, no le gustaron jamás los cereales) por purés de verduras.
Y así aguantamos hasta los 15 meses más o menos. Entonces, un poco cansada de la esclavitud que me suponía la lactancia, le quité gradualmente las tomas del día. Le dejé sólo las de la noche. Estamos hablando de que el niño tenía 15 meses y yo aún me levantaba cuatro o cinco veces cada noche para darle el pecho. Imaginad las ojeras permanentes que tenía esta que escribe. A los 17 meses no aguanté más. Aprovechando que él ya entendía (incluso hablaba ya un poco) le dije que tenía pupa y que no podría tomar más hasta que me curara. Lo seguía durmiendo en brazos, y él me acariciaba con la manita para curarme. Y conseguimos dormir un poco más.
No voy a mentir. Durante mucho tiempo se siguió despertando las mismas 3 o 4 veces por noche. Pero no era lo mismo. Ya era sólo ponerle el chupete y vuelta a la cama. Y aún ahora se despierta (gracias a Dios ahora sólo lo hace una vez, dos a lo sumo, cada noche) aunque ya está empezando a dormir alguna noche entera.
En definitiva, todo salió bien. Tanto, que para la que viene en camino repetiré. Incluso prolongaré si duerme más por las noches.
Y ahora, tras mi experiencia, ahí va mi opinión sobre el controvertido asunto lactancia materna vs lactancia artificial.
Como decía el otro día en Twitter, di el pecho 17 meses. Defiendo (incluso con hechos) la lactancia prolongada. Pero cuando alguien habla de las "talibanas de la teta" jamás me he dado por aludida. Es más, yo misma he usado el término. En cambio hay quien enseguida piensa que hablan de ella. ¿Por qué? Si de verdad respetas la opción elegida por otras madres, ¿por qué piensas que el término "talibán", totalmente contrario al respeto, va contigo?.
¿Qué habría pasado si yo no hubiera dispuesto de tanta información? ¿O si no hubiera estado dispuesta a tantos meses de sacrificio? Porque no nos engañemos, aunque sabemos que es lo mejor para nuestros hijos, aunque lo hacemos con amor, alegría y cariño por ellos, aún con todo lo que me queráis decir, estar 17 meses sin dormir es un sacrificio. Estar 15 sin poder separarte de él más de 3 horas es un sacrificio. No poder salir con tu marido ni una noche a cenar en 17 meses porque nadie más que tú puede dormir al niño, que además se puede despertar en cualquier momento, es un sacrificio. En ocasiones he leído mensajes en foros en los que decían, literalmente, no me lo invento, que la que considera eso un sacrificio no es una buena madre. La que no está dispuesta a hacer eso no lo es, por no anteponer los intereses de su hijo a los suyos propios.
Lo siento, pero no. Si yo tuviera un trabajo más estresante, o en el que tuviera que prestar más atención, os puedo asegurar que no lo habría hecho. ¿Me convertiría eso en peor madre? No lo creo. Si fuera una persona que llevara peor la falta de sueño, no lo habría hecho. ¿Sería peor madre por eso?. Entiendo perfectamente a quien decide dar el biberón porque piensa que su leche no alimenta lo suficiente. O porque no quiere tener al niño "colgado a la teta" como yo lo tenía 80 de cada 120 minutos. O porque ha tenido alguna dificultad para que el niño coja bien el pecho. O porque ha tenido cualquier otro problema. O, simplemente, porque ha elegido eso para su hijo.
Alguna vez he leído que comparaban a quien elige voluntariamente no dar el pecho con quien le deja jugar con unas tijeras. Cordura, señoras. Que no le quiera dar el pecho no es lo mejor para el niño, estoy de acuerdo. Pero, desde luego, malo no es. No implica un riesgo para el niño. Se puede criar igual de bien. Sí, he dicho igual de bien. ¿Que no es lo mismo? Desde luego. Como tampoco es lo mismo comprar la carne en el súper en bandejas que comprarla en la carnicería del barrio. Como no es lo mismo respetar al máximo las recomendaciones nutricionales en cuanto a cantidades máximas de hidratos, proteínas animales y vegetales, y vitaminas, que dar una dieta menos equilibrada y chuches de vez en cuando. Y a nadie se le ocurriría pensar que la segunda de esas madres no quiere lo mejor para su hijo.
Y con este post que me recuerda a mis inicios, donde escribía un testamento cada vez que me ponía, os dejo hasta el viernes. Os espero para haceros sonreír.
¡Nos leemos!
Aplaudo tu postura de respeto hacia las diferentes opciones, desde tu conocimiento y experiencia. Me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo!
¡Gracias cuñá! Leo cada cosa por ahí, que de verdad se me llevan los demonios. No entiendo más que según qué posturas, según qué reacciones.
EliminarPodría hablar mucho del tema, que me enfada soberanamente, pero lo voy a dejar ahí, que tampoco es cuestión de crear polémica.
"Peace and love... ¡y el plus p'al salón!" (qué daño me ha hecho ese anuncio, madre mía)
Plas, plas, plas Muy bien dicho :) La verdad es que con la lactancia siempre la gente tiende a polarizarse, cuando en el punto medio hay mucha más riqueza. Me ha encantado tu sinceridad! Yo estoy dándole el pecho a mi hija (en el 10 mes) y no sé si lo voy a dejar pero como dices tú, lo mejor es pensártelo e ir poco a poco.
ResponderEliminarGracias por el post!
¡Gracias, guapa! Me alegro de que os vaya gustando. Sé que es un tema muy polémico, pero creo que un poco de empatía se pueden entender todas las posturas.
EliminarMi experiencia, aunque la repetiría y es un sacrificio que volveré a hacer con gusto, me ha hecho entender a quien no está dispuesta a pasar por eso.
Lo he leido de pe a pa, super agusto, entregada y alucinada, María sí que hiciste un sacrificio pero como tu bien dices porque querías, porque era tu hijo y porque a tí y a él os compensaba y punto. Gracias por tu explicación final es una alegato al sentido común. Y espero que la novata te enlace porque es un texto cojonudo.
ResponderEliminarBesos de una madre con una lactancia fustradísima
Tengo pendiente leer el tuyo, no te creas. Cuando te enlazó la novata ayer ¡descubrí que me quedan posts tuyos sin leer! (al menos ése). Aunque quizá es sólo que no me acuerdo, en mis inicios de seguidora de blogs leía y no comentaba. Y cuando no conoces, aunque sea sólo virtualmente, al autor no se te quedan tanto como después.
EliminarMuchas gracias, en serio que me alegro de te guste. Una vez leí que hacer esto no era un sacrificio, pero yo sí veo que lo es, y nadie me apea del burro (anda que soy poco cabezona). La explicación final la doy porque me cansa que las defensoras de la lactancia prolongada se den siempre por aludidas cuando se habla de las "talibanas de la teta". Yo jamás me he dado por aludida, y creo que es porque de verdad respeto otras opciones, no sólo de boquilla. Ya me estoy metiendo en otro jardín.
Me encanta tu punto de vista!yo aun tngo dudas de una cosa u otra la verdad,xo aun tengo tiempo por delante...ademas,trabajo muchas horas y ademas,es cierto lo q has dicho,llevo fatal la falta de sueño hasta el punto de dolores de cabeza y dmas...así q sigo pensandolo,aunq cualquiera de las opciones tiene sus cosas buenas y sus cosas malas(tampoco soporto a las "talibanas")
ResponderEliminarMi consejo (si me lo aceptas) es que no te cierres a nada y te dejes llevar.
EliminarSobre todo, y si las dudas provienen de ti, y no de la presión social, dale el pecho. Ya lo he dicho, soy defensora de la lactancia prolongada. Pero también entiendo que debe ser un momento especial para madre e hijo. Si lo vas a hacer porque se supone que lo tienes que hacer, pero no tienes ganas de hacerlo mejor no lo hagas, creo yo.
Mi hijo era un tragón, y no dormía bien, pero hay niños que tomando el pecho desde el principio toman más espaciado y se despiertan menos por las noches. Además, si colechas (yo no lo he hecho, ni el niño ni yo nos sentíamos cómodos) la lactancia nocturna es mucho más llevadera.
Y si pasado un tiempo ves que no puedes con ello, o no quieres, te pasas al biberón. Pero yo al menos lo intentaría. Realmente nunca sabes cómo lo vas a llevar hasta que no pasas por ello.
¡Gran post! muy interesante y balanceado y sobre todo SOBRE TODO mucha cordura, inteligencia y paz.
ResponderEliminar¡Enhorabuenísima! y que con la segunda sea mano de santo y que salga dormilona :P
un besote desmadroso
¡Mil gracias, reina del desmadre!
EliminarDe verdad que me alegro de que os guste. Lo cuento como lo he vivido, y sé que la cosa habría cambiado si se hubiera desarrollado todo de otra manera.
Espero que sí. Que salga dormilona. (porfavor, porfavor, porfavor)
Espera, espera, recuperas el testamento del principio, y luego te quejas de que no escribes todos los días, anda qué! Quejica!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, y es lo que defiendo, con la información que cada una tenemos, o podemos tener, debemos hacer lo que sea bueno para el niño y la madre. Cualquiera de ambas lactancias es buena, aunque la LM es mejor :p, si se tiene la cabeza bien amueblada. Si llega un momento en que por motivos no se puede dar, o simplemente, se quiere descansar, pasar a la lactancia de fórmula no está mal. Pero como en casi todo, hay gente que se decanta por una o por otra, sin escuchar los motivos de la otra parte, y no, si yo decido una cosa con mi hija, que sea porque estoy informada, y tengo sentido común, no hay nadie que me pueda decir que soy mala madre, por seguir una postura u otra.
¡Exacto!
EliminarNadie hace una cosa u otra pensando en que va a ser peor para su hijo. ¡Sólo faltaría!
Lo que yo recomendaría a cualquiera que dudara (como Luvia, en el cuarto comentario) es que lo intente. Y si no es lo que pensaba, no aguanta todo lo que supone, o tiene más problemas de los que puede superar, que lo deje.
Y sobre todo que nadie se sienta peor madre por no dar el pecho, ¡madre mía! Es que eso es una aberración. Me parece que la presión social es demasiada, y hay mujeres que o lo hacen sin disfrutar de la experiencia, o incluso siendo algo desagradable (por la causa que sea) para ellas. Y no creo que deba ser así existiendo como existen otras opciones.
Ole ole y ole!
ResponderEliminarMuy buen post, me encanta tu manera de verlo y como respetas ambas opciones.
Yo tengo pdte mi post de lactancia, si te soy sincera, tengo reparos por que para mi no fue lo que esperaba. Quizás me anime a contarlo, y espero que quién lo lea, tenga tu criterio.
Hay muchísimo extremismo y siendo primeroza, asustan.
Mil gracias, Mamá Medusi
EliminarCuenta tu experiencia, no te cortes. La vivencia de cada una es la vivencia de cada una, y quizá sirva para otra persona que viva la situación como tú.
Besos
¡Genial! Estar a favor de una cosa o que uno haga una cosa no significa que tenga que estar en contra de la otra o juzgar a otros creo yo. Me encanta tu exposición. Y ¿sabías que los últimos estudios científicos hasta sugieren que el chupete beneficia la lactancia materna? vamos, que no eso de que chupete nada no está nada claro, incluso ahora se apunta hacia lo contrario. Mi peque también lloraba mucho los primeros días y el calostro no era suficiente. En ese sentido, aquí la mayoría de hospitales cuentan con bancos de leche materna, que le das a través de una pequeña jeringuilla mientras mama. Y es una gran ayuda porque esos lloros de los primeros días se hacen ciertamente duros y creo que mucha gente flaquea ahí. Un besazo y gracias por compartir tu experiencia de forma tan interesante.
ResponderEliminarQué gran manera de decirlo, "estar a favor de una cosa no significa que tengas que estar en contra de otra".
EliminarMe parece fantástico lo del banco de leche materna para los primeros días, hasta que te sube la leche. esos lloros, y sobre todo en tu primer hijo, hacen que te plantees darle el bibe para que el pobre no pase tanta hambre.
Pdeazo de post bien escrito que te has marcado ¿cómo no va a ir a la lista de enlaces? Va de cabeza.
ResponderEliminarHay un rumor popular, que no es científico, pero bueno, que dice que las niñas son menos tragonas que los niños. Por lo que te auguro muchas más horas de sueño en esta segunda lactancia jijiji..
¡¡Gracias, hermosa!! Soy más de escribir que de dibujar, cierto. Pero ¡anda que no me acordé de ti y de la frase "iba a contar mi experiencia pero me salía un post muy largo y no quería aburrir"!. Exactamente lo que pensé que me pasaba a mi.
EliminarCuando el río suena, agua lleva. Hasta que no se demuestre lo contrario confío ciegamente en los dichos populares. Que son todos muy sabios.
Bueno te leí ayer y me pareció muy interesante conocer tu experiencia y tu punto de vista que siempre es bien recibido, además de bien expresado. No se me hizo larga la lectura, todo lo contrario, estuve muy entretenida :)
ResponderEliminarYa sabes que coincidimos en muchas cosas, sobre todo leyendo tus inicios me he visto muy identificada porque yo me tiraba con la teta al aire todo el día, y aunque te imaginas que los comienzos son difíciles nadie te prepara para estar con 30 minutos de tiempo libre para ducharte y poco más entre tomas. Y luego los cereales pues ya sabes, aqui la miniwini pasa igual que tu hijo, aunque ahora en la verdura y fruta se los estamos metiendo y parece que no dice ni mu jijijij que listos somos :)
En fin que un placer leerte estas entradas!!! Espero que con la peque se te de igual de bien o mejor que con el niño, al menos que te deje dormir un poquitico más, no te digo na de los dichos populares porque a nosotros no se nos cumplen...
Besos
Me alegro de que resulte interesante. Lo de bien expresado, te lo paso. Pero porque mi madre creo que todavía no se ha pasado por aquí a corregir, yo misma le veo ahora fallos a la redacción y expresión. ¡Y no sabes lo tranquila que me deja que no se haga largo!
Eliminar¡Ay! ¡No me digas eso, que ya no me acordaba de que Chewy tampoco se soltaba más que de media en media hora y confiaba en las creencias populares!
Mil gracias, maja, a ver si voy tomando ritmo de escribir algo más que las sonrisas. Que sí, que molan. Que sí, que dan buen rollo. Pero en un blog se espera también algo más de chicha, ¿no?.
Genial post, muy buen ejemplo y muy bien la parte de respeto a todas las opciones, a veces se echa en falta, la verdad.
ResponderEliminarYo con 18 meses sigo, pero empiezo a plantearme el ir destetando, se me hace ya muy cuesta arriba las noches, cada vez pide más y yo ando zombi, y como comentan por ahi arriba con dolores de cabeza, mareos y demás de no descansar. Además desde que habla me despierta gritando mamáaaa tetaaaaaa!!
Me va a dar mucha pena, y el destete definitivo no lo haré hasta los 24 meses, pero si que voy a ir poniendo coto, porque empiezo a no estar nada en forma y mi hijo necesita una mamá al 120% de sus capacidades
Gracias, Mónica. El respeto es fundamental, y gracias a Dios cada vez se ve más. En mi caso viene, además del natural que se debe tener a todo el mundo, de que sé que yo misma podría haber actuado de otra manera si las circunstancias hubieran sido otras. He leído entradas de lactancias muy duras, y no me cuesta nada ponerme en el lugar de esas madres que lo pasaron tal mal. Además, nadie me dice que la próxima vez no me pueda pasar a mí, cada niño es un mundo, y cada situación distinta.
EliminarLas noches, como dices, también iban cada vez a más en mi caso, así que supe que había llegado el momento. Me planteé quitarle sólo las de los despertares nocturnos y dejarle la de antes de dormir, pero al final me decidí por quitarlo de todo porque no creía que él estuviera preparado para entenderlo todo. Y me dio mucha pena también, claro. Sobre todo cuando me pasaba la manita y me decía que era para "culá la teta". Pero, como tú, ya no estaba en forma. No rendía bien ni en el trabajo ni en casa ni en ningún sitio, así que había que darle fin. ¡Suerte en tu destete!
¡Cuanta razón en este post! La elección no siempre es fácil, sobre todo cuando los factores externos (trabajos, horarios, etc) no de dejan plena libertad para decididr...en fin, felicidades por esl post, y ánimo con el segundo embarazo, suele llevarse -sobre todo las noches- un poquito mejor! ¡A partir de ahora te sigo!
ResponderEliminarBesos,
Mami cool
http://mamicool19.blogspot.com.es/
Bienvenida, y siéntete como en tu casa.
EliminarLas noches la verdad es que no las llevé tan mal, si no, no habría aguantado 17 meses. Pero sí es verdad que espero que esta sea un poco más dormilona...
Me alegro de que te haya gustado. Aún con mi experiencia positiva, no lo veo todo de color de rosa, y la verdad es que quienes se animan a escribir sobre lactancia suelen ser las que lo han pasado fatal y las que han pasado una experiencia increíble que no les ha supuesto ningún sacrificio.
Creo que lo mío se ajusta más a la media...
pues a mí me ha pasado un poco lo mismo pero distinto a la vez. yo no me informé nada, fui sin idea de qué ni cómo y, lo que nunca pensé, la verdad, un año después sigo dando el pecho y ya camino de la lactancia prolongada. si me lo dicen, no me lo creo.
ResponderEliminarun post estupendo, maría, sobre todo escrito con mucho cariño y respeto.
un beso de la lectora fiel pero comentarista esporádica
Gracias, Bego. Lo mismo puedo decir yo, que soy tu lectora fiel pero lo de comentarista... mejor no hablar de eso.
EliminarYo es que soy mujer ávida de información, en todos los ámbitos que me van afectando (claro, que ahora se ha reducido mucho el tiempo que empleo en conseguirla) así que con la lactancia no iba a ser menos. Pero tampoco me lo habría creído si me lo dicen antes de parir, la verdad.
Ser madre es sobretodo hacer sacrificios! La vida te cambia en cuanto nace tu primer hijo y no creo que hablar de la palabra sacrificio te convierta en mala madre, al contrario, haces los sacrificios que hagan falta por tus hijos y precisamente es eso lo que te convierte en madre real.
ResponderEliminarMe encanta como lo has expuesto. Es evidente que la leche materna es lo mejor para nuestros hijos pero no significa que dar biberón te convierta en la peor madre del múndo... jeje! Me ha encantado esta entrada. Un besazo
Te sigo desde ya y te invito a pasar por mi blog donde hablo sobre todo, del sueño infantil. Un besazo
EliminarGracias, intenté que fuera lo más natural posible y huyendo de toda polémica. En todo este asunto al final se cae en unas discusiones que no tienen sentido... Al final cada uno lo hace lo mejor que puede. Y sé que hay muchas madres con lactancia prolongada que son muy respetuosas con la otra postura, pero lamentablemente se nos oye menos que a las otras.
EliminarGracias por seguirme, y bienvenida. Voy corriendo a ver tu blog.
Hola, aunque este post es ya de varios meses, pues me apetecía comentarlo...
ResponderEliminarYo he tenido una experiencia pesima con la lactancia de los 2. No sé si es que lo hacía mal, no tengo ni idea, pero no he tenido tantos dolores en mi vida, ni siquiera en el parto... Yo soy el antipodo de ti, y seguramente la de muchas madres.
Hay mucha presión social en España para la lactancia, debo de decir que en Francia menos. A mi me cambiaba el caracter... aunque he querido aguantar los 4 meses (tenía que volver a trabajar despue de la baja), ha sido imposble, y culpabilizaba aún más. El sacaleche una tortura... No salía nada....
Con Diego al mes y pico me quede sin leche... El no era nada tragón, se dormía todo el rato, teníamos que mojarle la cara, recuerdo que cuando pasamos al bibe, se pegaba 45min comiendo! o más...
Con la segunda que va a hacer un año, pues pensaba que iba a ser mejor, pero fue igual pero decidi dejarle de dar el pecho... Ella todo lo contrario super tragona... se toma el bibe en 5 min. Yo creo que no estoy hecha para dar el pecho... aunque reconozco que es un momento particular entre el niño/a y la madre pero yo no sé lo que me pasa a mi... Mi madre no me dio el pecho... casi nadie de su generación lo hizo, porque en Francia en esta epoca decían que la leche de formula era mucho mejor...
Luego cada pediatra te dice un cosa diferente, mi primer pediatr tenía una visión completamente diferente de la otra pediatra que tuvimos.. Mis hijos desde los primeros días se pegaban más de 3h sin comer, solo dormían... y luego a las pocas semanas a las 4h! Hasta los tenía que despertar! Y yo con pecho dolorido y con 3 tallas más...
En fín, eso ha sido mi experiencia.
Besos
Gracias por comentar un post tan antiguo...
EliminarEl problema es la presión social, como dices. Si no hubiera tanta presión se llevaría con más naturalidad y a lo mejor al no sentirse culpable la madre y estar más relajada algunas aguantaría más.
O a lo mejor no. Como digo en el post, yo veo que es un sacrificio. Y eso lo digo yo, que me fue bien, así que las que habéis tenido problemas no quiero ni pensarlo... Por eso me parece fundamental el respeto por todas las circunstancias. Nadie sabe por qué una madre ha elegido (o a lo mejor no lo ha elegido sino que se no le ha quedado más opción) una opción u otra, así que no hay que juzgar. Ayudar sí. Juzgar no.
Gracias por compartir tu experiencia.