Hace unos días, cuando ya estaba pensando en escribir esta entrada, salió en Twitter el tema de las alergias alimenticias. No pude dejar de pensar en cómo han cambiado las cosas en este sentido desde que nosotros éramos niños...
Ahora, si un bebé que sólo toma pecho (¡sólo pecho!) está malito bastante a menudo de la tripa, o come mal, enseguida le dicen a la madre que puede ser una alergia. Y que ella tiene que eliminar de su dieta determinados alimentos para impedir que lleguen al niño. No digamos ya si es un niño que come de todo. Nos hacen introducir los alimentos uno a uno y separados varios días unos de otros para poder estar atentos a las reacciones que les producen.
Veréis, yo de pequeña comía muy mal. Sí es verdad que cuando empecé a tomar biberón me detectaron una intolerancia a la lactosa que hacía que mis padres tuvieran que irse al quinto pino a comprar la leche de mi biberón, que además les salía por un ojo de la cara.
A partir de ahí, nada más. Nunca nadie pensó que quizá yo comía mal porque me sentaba mal la comida. Porque siempre estaba con el estómago resentido por el daño que me hacía la comida.
Y es que yo pasaba una una hora entera para comerme una tortilla francesa. Y no me gustaba el huevo frito, ni la mayonesa, ni los huevos pasados por agua. Recuerdo que una vez, comiendo unos espárragos con mayonesa, me quejé porque no quería la mayonesa, ya que “picaba”. Y la respuesta fue que “no digas tonterías. Lo que pica es el alioli, y esto es mayonesa. No lleva ajo, no pica”. Y me lo comí.
¿Habéis observado qué tienen en común casi todos esos alimentos? El huevo crudo. Con el tiempo los toleraba. Seguí sin ser buena comedora, pero comía de todo. Supongo que el cuerpo se hizo a recibir el huevo.
Tenía unos 20 años cuando me recomendaron una mascarilla hecha con clara de huevo para rizarme el pelo. Por cierto que la recomiendo, las bates hasta dejarlas casi como a punto de nieve y la aplicas como si fuera espuma del pelo. Yo tengo el pelo muy tieso y me lo rizó, así que funciona.
Bueno, a lo que iba. El caso es que me hice la mascarilla y se me enrojeció el cuero cabelludo. Se me irritaron los ojos. Me lloraban. Y, si he de decir la verdad, no lo achaqué a la mascarilla, qué queréis que os diga. Unos meses más tarde cuando comía tortilla me picaba el paladar. Era una sensación muy desagradable que sucedía cada vez que comía cualquier cosa con huevo... Y fui al alergólogo. Que detectó que yo sufría una fuerte alergia al huevo. Una alergia muy fuerte. Posteriormente me detectaron alergia a toda la carne (sí, toda) y al plátano y al kiwi.
A partir de ahí lo eliminé de la dieta. No tan radicalmente como se les hace a los niños, todo hay que decirlo. Yo como cosas que “contienen trazas de huevo” y no he tenido que dejar de comer las cosas que tienen los conservantes prohibidos, por lo que tengo que estar pendiente del etiquetado de los alimentos, pero no tanto como las mamás de los niños alérgicos. No tengo que estar pendientes de las “E” que tienen cualquier cosa que compro. Con el tiempo tolero de nuevo las carnes. Plátano y kiwi no, pero eso es más fácil de eliminar.
Pero... no todo podía ser bueno. Quizá esta dieta que no está totalmente exenta al comer trazas y derivados es lo que hace que a cada prueba que me hacen la alergia haya crecido. Y que cada ingesta accidental sea peor que la anterior...
Y el problema no es sólo la alergia, es que la gente no se lo toma en serio (aunque he de decir que esto está cambiando poco a poco). Dices que eres alérgico, que te saquen una ensalada sin huevo duro y te la sacan con huevo duro. Dices que por favor, la has pedido sin huevo, y recalcas que eres alérgica, y se la llevan a la cocina y te sacan la misma. ¡La misma! Con lo restos de yema por encima de la lechuga. Te indignas, y te miran como si fueras la clienta más pesada que han tenido nunca.
Pides una tapa sin huevo, porque eres alérgica, y le ponen mayonesa por encima, sin preguntar, al terminar de calentarla. O, como me pasó en Inglaterra (ojo, no fue fruto de mi nivel de inglés, porque íbamos con un amigo que lleva años viviendo allí), que preguntas mil veces si están seguros de la respuesta que te han dado sobre el postre, y... te acaba dando una reacción que hace que termines en urgencias.
Por no hablar de que tienes que estar pendiente del etiquetado siempre. Siempre. Porque la receta de las cosas que comes habitualmente puede cambiar varias veces en pocos años. Ahora tiene huevo, ahora no. Ahora puedes comer estas galletas, ahora no... En fin, un sinvivir.
Y no me imagino las madres de los niños alérgicos. Porque yo tengo conocimiento para rechazar algo que me ofrecen y del que no sé la composición. Puedo estar pendiente de lo que como en cada momento y en cada lugar. Pero los niños no. Esa responsabilidad cae en sus madres, que no pueden estar 24 horas al día con ellos. Y eso lo hace todo más difícil. Así que mi admiración para ellas
Algunas, como la creadora de esta página explican mucho mejor que yo el problema de sufrir una alergia alimentaria. De que la sufra tu hijo.
La verdad es que las alergias a tantos alimentos deben ser un tostón, te acompaño en el sentimiento, sobretodo cuando sales fuera de casa.
ResponderEliminarRecuerdo que cuando estaba embarazada pedía la carne muy hecha, por el tema de la toxoplasmosis y siempre tenían que volver a calentármela(me parecía un coñazo)
Un besote,
marialu
No voy a hablar mal, que no es mi estilo. Pero sí, es un "tostón con c".
EliminarAhora la verdad es que más o menos fuera de casa puedo comer con bastante normalidad. Evidentemente, por larga que sea la carta de un restaurante al final a ti se te hace corta y comes siempre lo mismo en todos sitios, pero vives con ello y ya está. Los casi dos años que estuve sin comer ni huevo ni carne sí que fueron muy malos, porque si te fijas casi todos los pescados son rebozados, y ¿qué lleva el rebozado? Huevo. Pues eso.
El problema viene cuando no se lo toman en serio, como lo de la carne muy hecha. Sí es verdad que me he encontrado sitios en los que han estado súper atentos y súper amables, pero lamentablemente son minoría...
Muack
¡Qué complicado todo, la verdad!
ResponderEliminarNosotros en casa tenemos una abuela celiaca a la que como a tí se lo han detectado de adulta y como tú, no era muy buena comedora y andaba siempre pachucha con el estómago. Es verdad que ella tiene más patologías pero una vez detectada la celiaquía su calidad de vida ha mejorado bastante.
Y coincide contigo en lo de que en los establecimientos de hostelería no la toman demasiado en serio y luego las consecuencias, siempre son para ella, para vosotras... No es justo.
Bss
El problema es que además no tomamos medidas.
EliminarEn cada uno de los sitios en los que tenemos problemas deberíamos pedir la hoja de reclamaciones, que para eso está, pero no lo hacemos.
Mira, el único establecimiento donde lo hemos hecho fue precisamente el de Inglaterra, que lo hizo nuestro amigo. Pidieron millones de disculpas (que no sirve de mucho, pero ya te deja más tranquilillo) y le dieron un vale por 8 comidas en el restaurante. Un detalle, la verdad.
Y el asunto es que las alergias están creciendo cada vez más, fruto de nuestro estilo de vida, sin duda. Así que deberían tener un poquito más de cuidado.
Jo q agobio, maria. La verdad es q tienes q estar en un ay todo el dia. Mis hijos son muy malos comedores. Pequete no ha querido ni oloer el huevo no de bebé en los purés y ahora aunque le hagas el buzcocho mas bueno y chocolateado del mundo, sabe q lleva huevo y no lo quiere. Yo no se si será alergico o no, pero me parece un rechazo grande hacia ese alimento y procuro no darselo. Q el cuerpo es muy sabio y si no lo quiere x algo será. Le pasa igual con la fruta. Le dan hasta arcadas con solo olerla.
ResponderEliminarY mi suegra plasta, q plasta insuste q coma y yo que no la quiere, ayer mismo me dice, ya veras q como se la hago yo se la come. Le replique, si consigue q se coma una cucharada de doy mil euros. Por supuesto pequete hizo la consecuente aecada.
Yo siempre q ofrezco algo a los niños pregunto orimero a sus mamis, me acuerdo de Silvia siempre. Y en los cumples del cole alternativas a los batidos, compro tambien zumos, etc . Y aun asi estoy en un ay por si algun nene es alergico.
Espero q todo lo q esta pasando Grommy con el mes malito no se deba a ninguna alergia, por q entonces si ya duermo poco, no voy a dormir nada.
Besicos
Bueno, leído el post parece peor de lo que es, en realidad.
EliminarSi bien es cierto que tienes que estar muy pendiente del etiquetado de todo lo que compras, en realidad tampoco estoy todo el día en un ay, porque al final aprendes a distinguir casi sin error lo que puedes comer de lo que no.
Lo de Pequete yo lo miraría, fíjate. Ya ves que lo mío así empezó, así que no lo descartaría. Lo de la fruta ya no sé... es raro que la rechace toda, ¿no? Pero si desde luego le da hasta arcadas, no es sólo un "no me gusta" algo habrá, está claro. Mi prima también es alérgica a toda la fruta excepto los cítricos, así que tampoco sería tan raro.
Cuando he llevado algo a la guardería siempre he preguntado si había algún niño alérgico antes de llevar; supongo que mi propia experiencia me hace pensar en ello lo primero. Igual que cuando invito a comer a alguien, etc.
Espero que lo de Grommy no sea eso. Y si lo es tampoco es un drama, está en una edad en la que puede empezar a entender que se pone malito si come determinadas cosas y por tanto no debe comer nada que no le de su mamá.
En esta familia de alérgicos que tengo tengo una sobrina alérgica a la PLV, huevo y frutos secos, hasta tal punto que no la puedes tocar si has tocado antes alguno de estos alimentos. La niña tiene 7 años y lo vive con total normalidad...
No sabes lo que me he identificado con este post!! Aun me acuerdo cuando iba ha hacer la compra con mi madre.... y aquello era! Nena mira a ver si esto lleva leche, o proteina o puede contener...¡¡Que horror!!
ResponderEliminarUf, acabo de venir de un blog que hablaba de las alergias en niños, y si ya me parece complicado de por si, por ejemplo las alergias al polen, las alimentarias deben ser horribles. Sobre todo al principio, supongo, que hay que controlar más, y averiguar los alimentos "prohibidos".
ResponderEliminarYo imagino que con los niños tiene que ser un horror. Gracias a Dios no son hereditarias, así que de momento me he librado de esa parte...
EliminarAl principio sí hay que controlar más, claro. En un caso como el mío en el que además comía de todo, tenía que estar muy pendiente de no comer cualquier cosa por inercia. Pero bueno, luego te acostumbras, como a todo.
Me imagino lo complicado que es para ti, y más aún para madres y niños... Yo tengo una amiga a la que le diagnosticaron que era celíaca cuando era pequeña, y recuerdo lo complicada que fue para ella la adaptación, el tener que evitar comidas y bebidas que nosotras tomábamos y a ella también le gustaban.. Y si ya es complicado de por sí, como tú dices la sociedad no suele ayudar. La conciencia social sobre estas cosas es demasiado escasa, y encima la gente tiene una falta de empatia que asusta muchas veces. Cada vez es un problema más común el tema de las alergias creo, así que espero que la preocupación social y las facilidades que se les ponen a los enfermos vayan extendiéndose. Un besazo y buen fin de semana
ResponderEliminarBueno, poco a poco yo creo que va cambiando la cosa, que la gente va teniendo un poco más de cuidado...
EliminarPara mí es complicado, claro. Pero como decía yo creo que lo peor es ser madre de un niño multialérgico... no podemos estar las 24 horas del día pendientes de ellos, tampoco para esto, así que deben de estar todo en día en vilo.
¡Feliz semana, guapetona!
Yo también soy alérgica "tardía", o lo era siempre y no lo sabía. Mostaza, algunos frutos secos y algunas frutas.Y yo desde pequeña que me negaba a comer manzana o melocotón poruqe me daba ganas de vomitar, y ahora resulta que soy alérgica. La alergologa me dijo que el cuerpo es sabio y rechaza lo que no le va bien.
ResponderEliminarY sobre hostelería, ya leiste en mi twitter mi experiencai reciente en una hamburguesería, no?
"LLeva mostaza? tengo alerigia" "no, no mostaza no lleva", y al llegar a casa con mi pedido, toma, mostazón chorreando por toda la hamburguesa y el pan.
Jiji, fue precisamente esta conversación en twitter la que hizo que finalmente terminara de escribir este post que tenía ya pendiente.
EliminarA mí no me hacía vomitar, pero no me gustaba nada. Y decía que picaba, que es la primera reacción que luego me dio.