miércoles, 22 de mayo de 2013

Mi padre

Hoy es su día.

El 90% de las comuniones y bodas de la gran familia que somos le han restado protagonismo muchos años, parece que no tenemos otro día para las celebraciones típicas de la primavera que el 22 de mayo, pero hoy es su día. Y no podía despedir el día sin dedicarle unas palabrillas... algo corto, improvisado e imprevisto. En el rato que me ha dejado el Pitufo quedándose en su casa a dormir después de la meriendita de cumpleaños.

Así que, mientras conducía, he pensado ¿qué cosas puedo decir de mi padre? Y se me han ocurrido mil anécdotas, mil palabras inconexas y mil parecidos que tenemos.

Mi padre y yo nos parecemos. Más de lo que cualquiera de los dos estaría dispuesto a reconocer, porque los dos vemos los defectos del otro y no los queremos reconocer como propios. Y además nos parecemos físicamente, siempre me he parecido más a su familia que a la de mi madre.

Mi padre es divertido. Mucho. Pero es de esos señores que a simple vista no lo parecen. A mis amigas les infundía mucho respeto, porque parecía estar siempre serio y el bigote les imponía mucho. Y luego cuando lo conocían de verdad me decían que no parecía ser como es.

La saltipulga de los PetitSuisse.
Ahora he descubierto que se llaman botiboing (¿¿??)
Mi padre es ese señor que una mañana de Reyes dijo "María y Ana, luego hablaré con vosotras" y nos tuvo una semana ac*** porque pensábamos que nos llevaríamos la bronca del siglo por levantarnos por la noche a ver qué habían dejado Sus Majestades (aún esperamos esa conversación). Y también es ese señor que una noche en la que estábamos de juerga y cuchicheos cuando hacía rato que nos habían mandado apagar la luz entró en el cuarto al grito de "¿PERO QUÉ CACHONDEO ES ESTE?" y cuando levantamos la mirada llevaba una saltipulga en el ojo a modo de monóculo.

Mi padre es ese señor que por una promesa hizo el Camino de Santiago desde el puerto de Somport hasta Santiago del tirón. Y también es ese señor que no adelgazó significativamente cuando lo hizo... ¿Dónde se metería a comer todos los días?

Mi es bueno. De ésos que nunca ha sabido decir que no. Eso lo veo ahora, claro (con demasiada frecuencia, ¡ay, si yo pudiera meterme donde no me llaman!). De pequeña  no me lo parecía, pero no sabe. Así que ahora sé por qué casi siempre que le preguntábamos si podíamos hacer algo decía "pregúntale a tu madre".

Mi padre es muy apasionado. Nunca he visto a nadie vivir un partido de tenis, baloncesto o la Fórmula 1 como lo hace él. Y convivo con un loco de los deportes, ojo.

Mi padre, como abuelo, no tiene precio. Por su nieto MA-TA y lo demuestra cada vez que le pido algo.

Mi padre también es terco y cuadriculado. Pero eso no se lo vamos a decir hoy, que es su día ¿no?

Te quiero, papá.

17 comentarios:

  1. ¿Que no adelgazó significativamente? No lo recordamos igual: yo me llevé un shock importante al bajar del tren para reunirme con el a falta de 200 kms, tostado, y con la cara mucho más delgada, a pesar de la barba que se dejó.

    Por lo demás, gran retrato. Sobre todo en que no parece ser como es. Recuerdo que una vez le oí contar que fomentaba esa imagen de serio, e incluso inaccesible, sin serlo, a propósito. Deslizó, sin decirlo, que así no tiene que decir que no a gente que no (le) conoce: si no te lo piden, no tienes que decir que no ;)

    ¡Felicidades, papá!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no lo recordamos igual, no. Yo me acuerdo que, aunque sí adelgazó, cuando lo vi pensé que debía de ser la única persona en el mundo (bueno, la única no, Charo no le iba a la zaga) que tras un mes a 30 km. diarios no se había quedado consumío...

      Así que está todo conectado, ¿eh?... si es que tengo un ojo...

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Gracias, chata. Un poco improvisado, ahora igual lo diría de otra manera...

      Mola mil.

      Eliminar
  3. Ohhhh felicidades padre de mariapagar :) muy bonito, lo del saltapulgas es una anécdota de 10, que tiempos tan bonitos y que suerte poder tener a tu padre siempre ahí aunque sea parecido a ti y discutas cien mil veces y media.
    Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo del saltapulgas se nos quedó a mi hermana y a mí grabado a fuego... imagínate. Levantamos la vista acongojadas y le vemos con eso en el ojo... no sabíamos si reírnos o llorar.

      En realidad no discutimos, no te creas. Vemos lo que no nos gusta y ahí lo dejamos...

      Eliminar
  4. Me ha encantado el retrato y sobre todo las dos anécdotas, al final eso es lo que nos quedamos siempre en la memoria... lo que nos hace sonreir ¿verdad maña?
    Un beso enorme a tu padre... por tener una hija como la que tiene y a tí, por ese pedazo de padre!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Pilar.

      A todo el mundo al final lo que se le queda es lo que le hace sonreír, ¡qué te voy a contar a ti precisamente!

      Eliminar
  5. Seguro que tu padre se ha emocionado, bonitas palabras le dedicas.
    Beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, hermosa. La verdad es que no sé si lo ha leído. Aunque imagino que mi hermano, que fue el primero que lo comentó, algo le diría. Porque estaba con él...

      Eliminar
    2. Vaya! Pues no le dije nada, no :P

      Eliminar
  6. Ohh, qué bonito lo que le dices; seguro q si lo ha leído le ha encantado. Por lo que cuentas, seguro q es un gran hombre; un gran hombre con una gran hija.
    Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Noe. Es un gran hombre, sin duda. Me dejé muchas cosas en el tintero, es lo que tiene escribir así como lo hice, del tirón. Algún día igual le dedico algo un poco más profundo.

      Eliminar
  7. Felicidades a tu padre. La anecdota saltipulga mola mil.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fue muy gracioso, aunque la verdad es que al principio no sabíamos si reír o llorar...

      Eliminar

No sabes la ilusión que me hace recibir el mail de tu comentario. ¡Hazme feliz, comenta!

Y, si quieres, comparte en las redes sociales y dame un +1 en G+