viernes, 30 de mayo de 2014

7 días, 7 sonrisas

¡Buenos días!

El otro día estaba echando un vistazo al blog de Marta (está lleno de preciosidades, no dejéis de verlo) y vi que desde hace un tiempo tiene un post semanal, "8 cosas que me han hecho feliz" (lo publica los lunes). Y pensé que ya era hora de recuperar el #7días7sonrisas, ¿no?. ¡Pues vamos a ello!


VIERNES: El viernes viajé a Madrid sola a pasar el fin de semana entre amigas. La llegada, ese café rápido con mi hermana porque enseguida me llamaron para tomar otro café con ellas, esas risas en la cena posterior...

SÁBADO: El sábado se celebraba #LAPARTY, la excusa que utilizamos todas para el desplazamiento que nos reunió. Me reí mucho. Pero también sonreí en el paseo que di con mi hermana y mi cuñado. Visitamos tiendas bonitas, nos acercamos al DosdeMarket...

DOMINGO: Me lo pasé estupendamente el fin de semana, es innegable. Pero el recibimiento del santoesposo y el de los Pitufos... Esa es la mejor sonrisa de la semana sin duda.

LUNES: El lunes era mi aniversario de boda. Y el santoesposo decidió que por una vez haríamos algo especial para celebrarlo (no solemos hacer nada, la verdad) y compró cena especial para los dos. Además, había algo más que celebrar, algo que también me hizo sonreír: ¡aprobó el curso de la Escuela de Idiomas! Otro pasito más, y sólo queda uno...

MARTES: El martes a media mañana llevé a la niña al médico. Así que me dejé el maxi-cosi ya en el coche (habitualmente se queda en la guardería hasta que la recojo por la tarde, porque la lleva el santoesposo). Cuando fui con el Pitufo a recogerla por la tarde vio que pasaba de largo del pasillo donde suele estar y me dijo en tono condescendiente "Mamá, el maxi-cosi..."

MIÉRCOLES: El miércoles salieron la crónica y las fotos oficiales de #LAPARTY. El caso es que no me vi en ninguna foto... y después descubrí que salgo en el vídeo. Tontería de sonrisa, sí. Pero me hizo ilu. Tanta, que aquí os lo dejo (que sé que no habéis ido a ver la crónica, así que no lo habéis visto)



JUEVES: Ayer vencí la pereza. Me he propuesto retomar el salir a correr, y el miércoles ya busqué excusa para después decir "mañana sin falta". El jueves no me apetecía nada de nada, y a punto estuve de decir que se me había hecho tarde pero... ¡No lo hice! ¡Me calcé las zapatillas y a correr!

¿Y vosotros? ¿Habéis sonreído esta semana?

¡Nos leemos!

miércoles, 7 de mayo de 2014

Para ti. Para tu miedo.

Este post es respuesta a Peineta, tal como escribía el comentario he pensado que era mejor que todos lo supiérais. Si queréis leerlo en su contexto leedla a ella primero, aunque lo entenderéis igual sin hacerlo.

La valentía no es no tener miedo, es saber enfrentarte a tu miedo.

Seré la nota discordante, lo sé. Pero algunos de tus miedos también los tenía yo, y te confirmo. No se quiere a los dos igual (se les quiere lo mismo, pero no igual, no sé si me explico), comparas (claro que comparas), y tienes preferencia por uno (o por el otro, según el día que tengas tú, el día que tengan ellos y el momento en el que lo pienses, porque serán distintos y unas cosas te gustarán más del uno y otras del otro).

Desde la experiencia que me dan 9 cochinos meses (vamos, que no estoy mucho mejor que tú) te digo que es complicado gestionar el tiempo para dos (cuernos, es complicado gestionar el tiempo para uno, cómo no va a ser para dos), que muchas veces piensas que estás fallando al uno o al otro, que no atiendes a los dos lo mismo. Que hay veces que piensas que el mayor te va a odiar, porque, sin querer, lo haces aún mayor de lo que es. Que hay veces que piensas que la pequeña se te va a traumatizar porque no has tenido con ella los cuidados que tuviste con el primero, porque la dejas llorar más de lo que hiciste con él.

Pero desde esa misma experiencia te digo que todo ese miedo, todo ese sentimiento de culpa (maldita culpa), COMPENSA. Compensa cuando los ves reírse juntos. Compensa cuando ves cómo el mayor no quiere dejar de abrazar a la pequeña. Compensa cuando ves cómo la pequeña busca al mayor con la mirada. Compensa cuando ves cómo se buscan para jugar juntos, pese a la diferencia de edad. Compensa cuando te dice "Mamá, yo hoy me baño con la Pitufa". Compensa cuando agarradita a la mesa y al sofá intenta dar dos pasos para acercarse a su hermano mientras él juega. Compensa cuando te pones en el dintel de la puerta, y los ves a los dos, y también quieres que se detenga el tiempo, exactamente igual que haces ahora sólo con uno.

Y además, desde la experiencia que me da tener 4 hermanos (ahí sí que voy más sobradita que tú) te digo que el vínculo con un hermano es indestructible. Que los quieres con locura. Que los odias con fervor. Que estás deseando verlos. Que estás deseando que se vayan. Que son tus hermanos. Y a tus hermanos no los toca nadie. Sólo tú.

No puedo disipar tu miedo, es imposible. El miedo es irracional. Pero también es irracional el amor. Y eso es lo que lo hace tan bonito.

Serás una madre de dos igual que eres madre de uno. Genial. Única.

¡Nos leemos!