Vacaciones

Llegó el momento de contar cómo me ha ido la semanita en la playa. Ha sido la primera vez que el Pq ha sido consciente de verdad de unas vacaciones, y la verdad es que lo ha pasado pipa. Y nosotros con él. Me encanta verle disfrutar así...


Llegamos el martes a la playa. La entrada en el superhotel (un hotelazo, la verdad) ya fue de circo: la sillita del niño (con niño, claro), dos maletas, una giganto-bolsa de plástico con el orinal y los pañales, otra bolsa de plástico con las viandas que llevábamos en el coche, otra con lo que compramos en Caspe, que ya que pasábamos por al lado paramos en la tienda de Adidas, una neverita donde llevábamos el agua, el canasto de la playa... ¡y dejamos en el coche el parasol y la cuna de viaje!
No hay mucho que contar, para qué os voy a mentir. La cosa ha consistido en desayunar en el buffet, ir a la playa, comer en el buffet, dormir la siesta, ir a la playa, cenar en el buffet, dormir.


Pero bueno, algo podremos rascar...

¡Tooma giganto-cama!

Os pùedo hablar de la giganto-cama: dos camas de 135 pegaditas. El Pq en cuanto la vio decidió que él dormía allí con mamá y papá. Total, que pensamos que para qué bajar a por la cuna con semejante cama. Cabíamos los tres de sobra.  Y así lo hicimos. Craso error. El Pq no sé cómo lo hizo para ocupar los 2.70 de cama excepto las dos esquinitas que nos las dejaba a nosotros. Bueno, a lo mejor mi Santo pudo dormir ancho, pero yo os aseguro que no. Dormí de ladito hasta que podía mover al nene sin despertarlo, que a veces era a mitad de noche porque para cuando caía rendido también lo hacía yo.

Los mojitos

Tenemos también el temita de la animación del hotel. A ver, que no estamos en el Caribe. A este hotel o le sobraba animación o le faltaba insonorización en las habitaciones. La primera noche con el Dúo Varadero cantando los éxitos de ayer, hoy y siempre fue espectacular. ¿Pero quién canta hoy en día a Gloria Estefan, por Dios? Pero no sólo había animación nocturna, no... por la mañana juegos en la piscina, con final a la hora de comer con coreografía propia del animador del hotel, que movilizaba a todo el personal. Tenía a todo el mundo entregado. Impresionante. A la hora de la siesta bingo. Por la tarde-noche la disco móvil infantil, y por la noche el Dúo Varadero... Sólo sustituido el sábado por otro dúo (no me quedé con el nombre) que cantaban unas canciones más lentas que pa qué. Uno de los dos días que bajamos por la noche. Vaya ojo. Por cierto, que las dos noches que bajamos nos tomamos unos mojitos que quitaban el sentío. Bien por el barman. E impresionante la reacción del Pq. Había algunas algas en la playa, y le dijimos que era la comida de los peces. Fue ver los mojitos y decir... "¡mira mamá, una comida de pez!". Momento impagable. Bueno, en definitiva sólo dormimos mal la primera noche, luego ya nos acostumbramos. Y en el fondo está bien tanta animación, por si no te apetece bajar a la playa y te quedas en el hotel, por lo menos estás entretenido.


En la playa me convertí en una "madre no madre" cualquiera. Como el nene no quería más que jugar al fútbol con su padre... yo a tomar el sol, leer el periódico... Sólo a ratitos (pequeños) decidió jugar conmigo en el agua. Yo le esperaba sentada en el agua y él venia corriendo desde la orilla para que lo sentara de golpe a mi lado al grito de "¡nos caemos!". Os aseguro que un par de veces es divertido. Más no. En serio.

Estaba genial con el gorro

Y luego está el Spa... al contratar las vacaciones nos regalaron una sesión de Spa por adulto. Como en el hotel tienen Spa infantil (una curiosa manera de llamar al parque infantil del Spa) nos regalaron la entrada del Pq (que también pagan, of course). Teníamos dos opciones. O buscar una hora y media para cada uno y entrar por turnos en el Spa y que el niño no entrara (más relajante para el que entra, eso sí) o entrar los tres, estar algo más de hora y media (al final fueron creo dos y media) y turnarnos entre la parte de adultos y el cuidado del Pq en la zona infantil. Decidimos hacerlo así. Y no nos arrepentimos. A lo mejor nos relajamos menos en los ratos de adulto, pero el Pq lo pasó bomba...


Por lo demás, si exceptuamos que el Pq se dormía a horas intempestivas (pasadas las 23.00) y después de juergas monumentales en la giganto-cama, la verdad es que muy bien. Además se adaptó genial a la rutina vacacional y la vuelta tampoco ha sido muy dura. No le está costando volver a su hora normal de verano (21.30-22.00) pero sí un poco más a no dormir con los papis.


Y con esto, y un último buffet, el domingo cogimos camino para mañolandia... Y aquí estamos, una semanita más de vacaciones por delante, un montón de post sin leer y comentar, y millones de cosas que hacer en casa. Pero bien.