Siempre he sido despistada, no lo voy a negar. Pero últimamente estoy llegando a límites insospechados... Y esta semana ha sido de traca:
- Lunes:
- Nota en la agenda de la Pitufa, el martes hay que llevar pañales.
- La pediatra prescribe para la conjuntivitis del niño una gota en desayuno-comida-cena durante una semana.
Parece fácil, ¿verdad? Veamos...
- Martes: Tareas pendientes:
- Poner las gotas al niño,
ok.
- Llevar pañales a la guardería: llevamos el Pitufo y yo a la niña a la guardería, y en la puerta...
¡miércoles! (no digo mierda delante del niño)
¡me he dejado los pañales! -
No te preocupes, mami, yo te lo recuerdo mañana. (sic)
Nueva tarea:
- Además de los pañales, hay que llevar bote de cereales. No leo la agenda hasta las 22.00, así que obviamente ya sé que el miércoles no los voy a llevar...
- Miércoles:
Tareas pendientes:
- Poner las gotas al niño: al acostarlo me dice
mamá, que no me has puesto la gota del ojo.
- Llevar pañales a la guardería:
ok, se los doy al el santoesposo, que lleva él a la niña.
- Llevar cereales a la guardería: le anoto en la agenda a la profe que sé que no he puesto el cereal porque leí la nota tarde.
Mañana sin falta lo pongo.
Nueva tarea:
- Comprar la flor para que el Piufo lleve a la profe, que se casa, y preparar el corazón para que el niño ponga su nombre. Me lo recuerdo a lo largo de toodo el día, hemos quedado en llevarla todos el jueves y a ver si el mío va a ser el único que no la lleve.
- Jueves: Tareas pendientes:
- Poner las gotas al niño:
ok (aunque la de la comida, que la hacemos al salir del cole se me retrasa porque me despisto de hora).
- Llevar la flor al cole:
ok
- Llevar cereales a la guardería:
¡Porras, los cereales! Bueno, ya no los he traído por la mañana, pero como me queda un rato entre recoger al Pitufo y a la Pitufa por la tarde, los compro en ese rato y ya se los dejo para no olvidarme (otra vez) mañana. Salimos del cole, compramos, y cuando pasamos el desvío de la guardería me dice el Pitufo
mamá, ¿por qué vamos hacia casa sin recoger a la Pitufa?
Notas al margen, demostración de que el Pitufo me va conociendo y confía muy poco en mi mala cabeza:
- El lunes el Pitufo se quedó en casa con su tía. Lo dejé al salir de la pediatra, y la tía dormía. Le digo que "luego llamaré a la tía, que te tiene que poner la gota a la una". Cuando la tía se levanta el niño le dice todo serio que
mamá ha dejado la medicina en el cuarto de baño, me tienes que poner una gota a la una.
- Como el miércoles él no ha ido a la guardería, el jueves cumple su promesa y me recuerda
mamá acuérdate de los pañales.
A todo esto le podemos sumar despistes varios en el trabajo. Todavía me queda todo el viernes por delante. Rezad por mí.
¿Y vosotros? ¿Tenéis también épocas de despistes? ¿Me contáis vuestros despistes estrella?
¡Nos leemos!