lunes, 3 de marzo de 2014

La vuelta al trabajo tras la maternidad

Ha sido dura. La vuelta al trabajo, digo. Ha sido dura. Más que con el Pitufo.

No sé si no es la experiencia, que ahora ya he visto lo rápido que crecen. No sé si no es la maternidad múltiple que, no nos engañemos, desgasta más. No sé si no es el cambio de horario, que no ha sido a mejor. No sé si no es el cambio de puesto, que no me gusta demasiado. El caso es que viví la segunda vuelta al trabajo muy mal. Demasiado mal.

Con el Pitufo tenía sentimientos encontrados. Por una parte me daba penita dejarlo en la guardería después de esos meses junto a él. Por otra, era la emoción de verlo crecer, de verlo hacer cosas por primera vez. Con la Pitufa todo ha sido pena, pena por dejarla. Pena por separarme de ella. Pena por verla crecer. Además, y pese a que el niño no llevaba bien la separación, la niña menos aún. Quizá porque yo también lo llevaba peor, y ella lo nota...

Además, si os dije en su momento que en la empresa donde trabajo no nos ponen excesivos problemas de conciliación, me encontré con uno de ellos. Resulta que la jornada de 9 a 15 no les parece bien. La hora de 14 a 15 es la pausa de la comida, y por lo visto se detectó que había gente con jornada 9-15 que esa hora no trabajaba, aprovechando que no estaban los jefes. Así que han decidido suprimir ese horario. Y me tengo que quedar hasta las 16 parando una hora para comer.

Al menos me han dado la flexibilidad de salir a las 15.45 (a las 16 sale el Pitufo del cole). Eso sí, recuperando esos cuartos de hora trabajando dos tardes al mes. Así, tengo el mismo porcentaje de jornada pero salgo tres cuartos de hora más tarde todos los días (no veas lo que cunden, para cuando me siento y me acuerdo de lo que estaba haciendo antes de comer ya tengo que apagar el ordenador) y además palmo dos tardes al mes. Un chollo.

A esto le sumamos que me han cambiado de puesto en el departamento y me gusta menos el actual. Y lo combinamos con que la Pitufa no tiene la salud de hierro de su hermano y desde que ha empezado la guardería lleva tres catarros gordos, una laringitis y un principio de laringitis, un principio de bronquitis y una bronquitis propiamente dicha y no suelta la tos ni a la de tres. Un no parar, vaya. Bueno, y que Dios me ha castigado por alardear de una niña que dormía bien desde el hospital y... no os lo cuento, que no la quiero poner verde a la pobre.

No os preocupéis. Pasé unos días un poco depre pero ya estoy mejor. Hasta estoy pensando en volver a buscar la sonrisa diaria y recuperar el 7 días 7 sonrisas. Pero con este panorama no es de extrañar que haya llevado fatal la vuelta al curro, ¿no?

¿Y vosotros? ¿Qué tal lo llevásteis?

¡Nos leemos!

18 comentarios:

  1. Buf, menudo panorama...chica, ánimo, que ya mejorará. Besos!

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  2. pues la verdad es que fue bastante duro... a mi también me daba muchísima pena dejarlo tan chiquitín, pero es cierto que tenía una salud de hierro y que tardó mucho en ponerse malito...
    lo que no me mola de tu post es lo que cuentas de los horarios... por qué tienen que pagar justos por pecadores? hay injusticias en las empresas que nunca entenderé ni compartiré...
    mucho ánimo!

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  3. Mañica de mis entretelas, lo que sientes es normal, natural. La vuelta al trabajo es difícil, si encima la nena esta malita es todavía más difícil.

    Las bajas de maternidad son demasiado cortas. Cuando pienso que deje a mi hija con 10 semanas (si, aquí la baja de maternidad es de 10 semanas después del parto y 6 antes), que la deje con su padre pero de todas maneras me costó mucho más que mi hijo.

    Estoy de acuerdo que con el segundo es peor porque sabes que el tiempo vuela y en mi caso porque sabia que no habría tercero y que era mi ultimo bebé.

    Pero como en todo, no hay mal que cien años dure y poco a poco iréis cogiendo el ritmo las dos o mejor dicho los cuatro.

    Si es verdad que con el tiempo vas viendo tus prioridades y el interés del trabajo debería compensar, por lo menos en parte, la pena de tener que dejar a la niña. Si el trabajo no te compensa, no te interesa y sobre todo si puedes, igual seria el momento de cambiar para que los tiempos de trabajo sean enriquecedores o por lo menos interesantes.

    Si no puedes cambiar de trabajo, si no es el momento, poco a poco pienso que encontrarás la manera de encontrar el lado interesante de tu puesto, el lado que te gusta (siempre hay uno).

    Un antiguo jefe me decía que el trabajo es como un albergue, se encuentra lo que se trae, con eso quería decir que con ilusión y buen humor un trabajo poco interesante puede ser más llevadero.

    Animo y un abrazo fuerte !!

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  4. Mi situación fue parecida a la tuya, aunque con el segundo. Cuando nació la mayor, yo no trabajaba, decidí no currar en el embarazo y disfrutarlo, así que cuando MM tenía 8 meses, moría por volver a currar. Pero cuando me quedé de BM, estaba en el mismo trabajo, y aunque mi mentalidad era incorporarme en noviembre, tal y como me correspondía; recuerdo vivir toda una marea interna de un sentimiento muy fuerte y que me ahogaba: no quería volver al trabajo, no quería dejar a mi niña pequeña.
    Y así hice, BM nació el 24 de julio, y a mediados de agosto estaba comentándoselo a mi jefa para que tuviese tiempo de sobra para reorganizar mi puesto.


    Un beso amiga.

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    1. ¡Ay! yo pude alargarlo gracias a la lactancia y las vacaciones, por eso el volver en enero aun pariendo (es un decir) en julio.

      Lo he llevado mal. Ahora no es que venga a currar (es otro decir) contenta, pero lo llevo de otra manera. Qué remedio. A la fuerza ahorcan.

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  5. Ins menudo cúmulo de despropósitos :( Espero que puedas cogerte a ese rayito de sol y ponerte la sonrisa diaria. Dicen que las sonrisas devuelven sonrisas y quizás sea la receta para ir al trabajo con algo más de positivismo, a pesar de esa hora improductiva tras la comida (no hay quien lo entienda).
    Lo del sueño poco te puedo decir, yo fui de las que sufrió hasta el año y medio despertares, pesadillas, terrores...pero ya pasó, así que no dudo que te esté tocando una mala etapa pero que con ánimo y apoyo de tu pareja consigáis superarlo y salir más fuertes :D
    Un abrazo grande y mucho ánimo

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    1. Cuando hacía el 7 días 7 sonrisas es verdad que estaba más feliz en general. Pero dejé de anotarlas y poco a poco parece que la fui perdiendo... La recuperaré, estoy por el buen camino. Y seguro que me vale, efectivamente, para ver el trabajo más positivamente.

      Con el Pitufo hasta los 2 años no dormimos una noche del tirón, así que estoy curada de espanto. ¡Lo que me fastidia es que esta gordi nos engañó al principio!

      Gracias, Eva. Y bienvenida.

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  6. un abrazo mientras llegan las 7 sonrisas, que seguro son más que 7 en la semana, a pesar de todo :*

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    1. Seguro que sí. Pero esto es como todo. Como no las busco conscientemente luego no pienso en ellas, así que no las recuerdo.

      Llegarán en breve. Es una sección que me da muchas satisfacciones, la tengo que recuperar.

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  7. Yo volveré al trabajo en abril ¡y seguro que me va a suponer el gran trauma de mi vida!

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    1. Obviamente, no te puedo prometer que será fácil, y menos después de este post. Pero cada uno lo lleva de una manera. Incluso ya ves, la misma en dos embarazos lo ha llevado de distinta manera.

      Ánimo, que de todo se sale. Y de ese disgusto también.

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  8. Pobrecita mía, se nota que no lo has llevado nada bien... Espero que poco a poco te vayas acostumbrando

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    1. A la fuerza ahorcan, MariaLu. No queda otra que acostumbrarse. Ahora sólo falta encontarle el lado positivo.

      Por ejemplo: ahora como con un grupo de compañeros y nos echamos unas risas que para qué. Eso no lo tenía antes.

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  9. pff pobreta. vaya cúmulo de cosas. Por rematar, ¿no te ha pegado a ti la pitufa esos gripazos? Supongo que a todo nos acostumbramos, rutinas, dormir poco, trabajo... así que ánimo, aunque tal y como lo cuentas dan ganas de ir a darle un sartenazo a tus jefes.
    ¿Y las noches que pasa? ¿Llegan los dientes? Por lo dientes he tenido yo las peores noches de la temporada.
    Muchos besos!!!
    lydia www.padresenpañales.com

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    1. Jajaja! ¡Sí que me pegó el primero! Volví a trabajar con fiebre y una tos para morirme. Mira, se me olvidó ponerlo en el post.

      Las noches... yo creo que es porque me echa de menos de día, así que por la noche quiere teta, teta, y más teta. Ya se le pasará, espero.

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  10. Jolines, que no me entero de cuando publicas. Menuda vuelta más chunga, eso de que haya gente que no trabaje a esa hora, fastidia a los demás. Pagan otros... Pero vamos, que por lo menos, te da tiempo de recoger al peque, y eso es impagable!
    Mucho ánimo, las vueltas no son siempre satisfactorias al 100%, pero siempre nos volvemos a encontrar las tardes con los peques. Y eso es lo que vale.

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  11. Yo no hago más que alargar la excedencia... con eso te lo digo todo. Mucho ánimo!!! (Acabo de caer por tu blog y me encanta!)

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  12. Pues la verdad es que parece un poco dura la vuelta no?? pero animo al final se coge el ritmo y enseguida te adpatarás.

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