150 palabras (feliz, cubo, búho)

Sólo con ver el cubo, Martín supo que era perfecto como caja. ¡A Irene le iba a gustar tanto! Él sabía que su hermana  este año necesitaba un regalo muy especial. No había sido un año fácil, así que tenía que hacer que ese día fuera maravilloso.

Cuando la cogió y la estudió con detenimiento vio todos los detalles grabados. El árbol, la ardilla, la montaña al fondo. Y, por supuesto, el búho. Irene estaba loca por los búhos. En su habitación tenía montones de ellos, con esos ojazos siempre abiertos.

El día de su cumpleaños se lo dio, envuelto con un papel precioso que encontró en la tienda de debajo de casa. Irene sonrió en cuanto lo vio. No quiso ni abrirlo para ver qué había dentro, por más que insistió Martín en que el verdadero regalo estaba dentro. Él supo que había acertado. ¡Era tan bonito hacerla feliz!