150 palabras (armonía, suspiro, fiesta)

¡Buenos días! Hoy, de nuevo, os traigo dos cuentos. El mío y el de Nuria.

El hada Armonía estaba preocupada. Le había prometido a su hermana, el hada Alegría, que se encargaría ella de todo.

Y ahora no sabía muy bien cómo empezar, todavía no sabía cómo hacer la magia necesaria para que todo fuera perfecto. Entonces pensó en las guirnaldas que le gustaría poner, y soltó un tremendo suspiro. ¡Y aparecieron las guirnaldas! Y así, suspiro tras suspiro, hizo farolillos de papel, preparó una mesa preciosa, hizo aparecer un montón de regalos…

Así fue como el hada Alegría tuvo la mejor fiesta de su vida. Y, como siempre, hizo honor a su nombre con una gran sonrisa que se contagió a todos los que la rodeaban, al tiempo que abrazaba a su hermana pequeña.

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Le petit Nicolas est en vacances (el pequeño Nicolás se va de vacaciones) (por Nuria)

- Ooooooh- Exclamó Nicolás, como si de un suspiro se tratase.

Acababan de aparcar frente a Chambord, y para un niño de la edad de Nicolás era como un mundo nuevo que se abría ante a sus ojos.

- Hemos llegado, este el primer castillo de la ruta “Des chateaux du Loire” que haremos estas vacaciones. En los castillos, Nicolás, además de princesas vivían reyes, y se hacían fiestas, y todo el paraje que le rodea combinaba en perfecta armonía con la impresionante construcción que tienes ante ti.

Pero Nicolás ya no escuchaba a su padre, solo tenía ojos para la inmensa pradera, las gigantescas ventanas, las enormes chimeneas y la cantidad de aviones de papel que podría tirar desde lo alto de las torres que se levantaban imponentes ante él. Las vacaciones tenían un sabor diferente este año, un sabor a familia, diversión y libertad.

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