150 palabras (camino, sonrisas, silencio)

Esta semana traigo dos cuentos en el reto semanal #150 palabras. Uno, el de mi compi y amiga, @nuriabrualla, que se unió al reto en cuanto lo conoció hace unos días. Como ella no escribe un blog, os traigo yo su cuento. El otro es el mío.

¿Sabes por qué las hormiguitas van siempre en fila y se tocan las antenas? Es su manera de "darse la mano" para no perderse. Como haces tú con mamá y papá en la calle, o en los sitios en los que hay mucha gente.

Un día la hormiga Nina decidió explorar por su cuenta, sin decírselo al resto de las hormigas. Salió de la fila, y…. ¡zas! Luego ya no sabía cómo encontrar el camino de vuelta. ¡Vaya susto se dio! No sabía qué hacer para volver a casa. De repente, tuvo una idea. Se quedó completamente en silencio, muy callada, hasta que oyó a las otras hormigas, que la estaban llamando desde que se perdió.

Y así fue como encontró a su familia, y consiguió volver a su casa, donde la recibieron con un montón de sonrisas. Nina nunca volvió a salir a explorar sin avisar a sus amigos.

ANDA, CALLA, RÍE (por Nuria)

Llega un momento en la vida en el que te das cuenta que has salido del cascarón de golpe, te sientes como Calimero abandonado a su suerte, y te repites mil y una veces: “esto es injusto”, hasta que alguien me dice muy sutilmente “silencio y asume la realidad”.

Antes, todos mis problemas se resolvían en el camino que había desde casa de mis padres hasta la fábrica de harinas, mientras soltaba un rollo interminable a mi padre sobre la vida, el trabajo, los estudios y el vuelo de las moscas en verano.

De pronto, no sé cómo ha ocurrido, ni cuando ha sido, pero, como pasa con la primavera, ha venido el mundo exterior que estaba detrás de mi burbuja, y yo, como la Pantoja, me dijo “sonríe, dientes, dientes”.

¿Será que la madurez me ha alcanzado a los 32 años? Me habrá llegado, pero con una sonrisa de oreja a oreja.,


-------------------------------------------------------------------------------------